Ella

Ella es de mi boca notas,
de mi tinta el verso,
de mi llanto lágrimas,
de mi cuerpo placer.

Ella es mi pútrido aliciente
de mi mente la blasfemia,
de mi alma el rencor.

Pero ella también
es de mi espíritu alimento,
de mi sombra dolor,
de mi llanto el consuelo,
de mi corazón el amor.

Ella es todo
mientras me reduce a nada,
mientras calma mis quejidos,
mientras me quita trozo a trozo
lo que tantos valoran
¡Trivial ahora!
Aliento de vida.

Sucumbiré a todos sus deseos,
pues es mi única compañera,
tan silenciosa y malvada,
tan caprichosa y perversa.

La dulce caricia de mi ser ¡Ella!
la frágil armonía de mis miembros,
la coronada sádica y sus ángeles,
la perfecta hechicera de mis ojos.

¡Preparado soy lentamente para ella!
se reduce mi corporeidad a polvo,
a humo, a viento... A nada.

Ella es mi deseada prometida.
Ella es, ella es...
¡Su nombre es muerte!

D. Tolosse