Oda a mi ego

Un asco que provoca deseo,
repulsión que provoca seducción,
hazme como tu cáliz de semen
receptor de tus mojados sueños.

Momentáneamente no estamos,
vistamos la gloria,
dice la contestadora,
y el mensaje nunca cambia,
sumergidos siempre en la cópula.

Repudio el coito y su preámbulo,
repudio el amor y sus manifestaciones,
repudio el beso y el abrazo,
repudio a otro que no sea yo.

Enlázame tus piernas
muévete en vaivén
entra, convulsiona
penetra, emite
¡ah, ah! no pares.

Íbamos al crepúsculo
pero llegamos al alba
ella nos hablo de caricias nuevas
de posturas nuevas
de estúpidas sensaciones nuevas.

Utiliza tus labios ahora,
tus recovecos me han hartado,
husmea frenéticamente mi cuerpo,
prueba lo que creas necesario
lo antojable y lo deseable.

¿Me deseas?
¡Calla! Yo jamás lo hago.

Solo acaricia con tu lengua
ese centro mío
ese punto clave
ese lugar fantástico
con ese sabor sensacional.

Estoy contigo por tu miembro
que es igual al mío
sospechoso paquete
prominente bulto,
exactamente igual al mío.

No te ansío a ti
solo tenerme junto a mi
sentirme, tocarme, acariciarme,
que cuando te beso
te he matado y yazco conmigo.

D. Tolosse