Villa Sola
Vagando por parajes de Monte Albán,
sofocado por el calor,
arrasado por el quemante sol,
hallase una sombra y yo,
vagando sin saber,
que era solo para encontrarte.
Asemejase su sombra a la del Tule,
abrazándome sus ramas,
hiciome de dicha desbordar.
Hizo de aquella noche,
parteaguas del trayecto,
se llamó después y borró el pasado.
Como noche estrellada,
caminaba mirándole,
buscando una razón para hallarme,
¿Quién como Dios?
y escenas de una Villa Sola.
Despedirse y querer quedarse,
abrazar, como a un viejo amigo,
charlar como consigo mismo,
atender sabiduría de un extraño.
Llamase especial, y verdadero,
despertase lo dormido,
cultivar la semilla fresca,
¡Volvería a usted perpetuamente!
D. Tolosse
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