Aún Habrá Esperanza

Arrebatados, como dulce al niño,
así se esfumaron mis sueños,
tenía construídas mis esperanzas y seguridades
y se disiparón como niebla al sol.

Te entregue mi vida y no mentí,
fui presa de los nervios traidores,
maldije así nuestra unidad,
acabé con el futuro con que prometí.

Me siento tan desamparado, tan solo,
me siento tan abandonado, tan triste.

¿Porqué nos dejamos perder en los errores triviales?

Mi agonía será tu verdugo noche y día,
descubrirás pretenciones santas,
y entre mis notas, manchas de mi huída.
¿Porqué que no me sigues?

Hechizado perdí el valor de gritar,
como victíma del aguijón filoso
¡Sorbida es la muerte en victoria!

Protagonizo mi propia escena de horror,
¡Ya no estás!

Mientras sigas presente,
mientras pises mi asfalto,
mientras tu aire sea el mismo que el mío,
entonces...
Entonces aún habrá esperanza.

D. Tolosse